NOVIEMBRE: CONCIENCIA DEL HECHO DE LA MUERTE
- Posted by yoga_admin
- On noviembre 14, 2017
- 0 Comments
CONCIENCIA DEL HECHO DE LA MUERTE
Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño,
así una vida bien usada causa una dulce muerte.
Leonardo Da Vinci
La muerte es lo único que tenemos garantizado, e irónicamente es para lo último que nos preparamos. Diversas culturas tratan este tema de distintas formas, pero siempre termina siendo un tema controversial que con frecuencia causa incomodidad y nerviosismo. Las enseñanzas budistas del Lam Rim al respecto sugieren ir familiarizando la mente con el siguiente razonamiento a contemplarse en meditación y durante nuestra vida diaria, para ir incorporando el hecho de la muerte en nuestra vida. Hay que tener bien claro por qué queremos hacer esto: el objetivo de este ejercicio no es ir deprimidos por la vida porque nos vamos a morir. ¡Todo lo contrario! El objetivo es poder aprovechar nuestra vida al máximo y estar conscientes de la mejor inversión que podemos hacer con nuestro tiempo.
Por tanto, te invito este mes a que consideres lo siguiente:
- Es un hecho que vamos a morir.
- ¿Conoces alguien que no haya muerto?
- ¿Puedes negociar, comprar o extender más tiempo tu vida a la hora que llega la muerte?
- ¿Qué concepto tienes de ella… te da miedo, te da igual, no lo habías pensado?
- ¿Qué crees que hay después de morir… o antes de nacer?
- En 100 años, muy probablemente ya no habrá fotos tuyas en tu casa…
- No sabemos cuándo vamos a morir.
En este mundo los seres no tenemos expectativas de vida fijos. Hay personas que nacen antes de salir del vientre materno, antes de cumplir 10, 20, 40, 70, 100 años. La muerte no envía un correo electrónico o un whatsapp para decir que llega y para que te prepares: llega sin avisar. Si bien accidentes, enfermedades y pérdidas de seres queridos nos confrontan o nos pueden avisar que la probabilidad de morir es más alta, seguramente llegará y no estaremos preparados para irnos en paz. Si has tenido alguna de estas experiencias, no eches en saco roto la enseñanza que te dejaron. Si llegara la muerte mañana en la noche:
- ¿Qué cosas te faltaron por hacer?
- ¿Qué cosas te faltaron por decir, y a quién?
- ¿Encontraste el propósito de tu alma?
- ¿Lo que estudias/haces para vivir te llena plenamente?
- ¿Qué legado dejas a este mundo?
- ¿Tienes testamento?
- ¿Qué puedes hacer hoy para empezar a eliminar cosas de estas listas de cosas por hacer y decir?
- Sólo tu práctica espiritual te ayuda a la hora de la muerte.
A la hora de morir…
- …te puedes llevar tu casa, coche, joyas, dinero, celular?
- …te pueden acompañar al dejar tu cuerpo tu pareja, amigos, seres queridos?
- ¿Qué relaciones me nutren, qué relaciones son tóxicas en mi vida?
- ¿Qué actividades me acercan a la iluminación, qué actividades me alejan?
Es irónico que culturalmente definimos en gran medida al éxito como la acumulación de bienes materiales y posesiones que a la hora de morir no podemos llevarnos con nosotros. Nadie puede acompañarnos y debemos dejar todo lo que tuvimos detrás. ¿Estoy diciendo que la solución es irse a una cueva y abandonar tu casa, familia y trabajo? ¡NO! El problema no es tener cosas y personas en nuestra vida, sino la forma en la que nos relacionamos con ellos. Tampoco quiere decir que no tengas planes ni expectativas en la vida.
Hacer un esfuerzo para vivir conscientemente es la mejor garantía de poder disfrutar lo que tenemos y con quién lo compartimos en el único momento que realmente tenemos: el aquí y el ahora. Pero al reconocer la transitoriedad de las personas objetos y fenómenos en el mundo, los podemos disfrutar verdaderamente, sabiendo que en cualquier momento se pueden esfumar…ellos o nosotros. Esto en teoría es muy bonito y tiene mucho sentido, el problema es ponerlo en práctica. Por eso hay que reprogramar y condicionar la mente al estar repitiéndolo y contemplándolo continuamente.
Intenta considerar estos puntos este mes (y el resto de la vida si se puede) y empieza a ver qué ocurre en tu vida diaria. Si bien el camino a la iluminación nos va confrontando cada vez más con nuestros miedos, angustias e inseguridades, nos va dejando en cada capa que soltamos más felicidad duradera y más satisfacció por vivir.
Rafael Cervantes, noviembre 2017
0 Comments