DICIEMBRE 2017: LA ILUSIÓN DEL CONTROL
- Posted by yoga_admin
- On diciembre 25, 2017
- 0 Comments
LA ILUSIÓN DEL CONTROL
“Uno propone, y el karma dispone”
Rafael Cervantes
Muchos de nosotros sufrimos de “controlitis” aguda. Dentro de nosotros siempre hay una parte de nuestra personalidad que quiere que las cosas se hagan a nuestro modo. Si no eres un(a) tirano(a) declarado(a), entonces irás disfrazando esta tendencia de formas más sutiles y sofisticadas, pero a final de cuentas la frustración, enojo y desesperación de que las cosas, personas o situaciones no sean como nosotros lo disponemos se hace latente.
En mi experiencia personal, lo que observo en mis pacientes, alumnos, y personas cercanas a mí, este 2017 ha sido un año de confrontación y desestructuración despiadada, que nos ha hecho confrontar miedos y ansiedades que yacían en lo más profundo de nuestro ser: sacar secretos, exponer/admitir hábitos negativos y dañinos, admitir derrotas/áreas de oportunidad, todo en medio de un colapso estructuras internas (y por ende externas) a las cuales nos aferrábamos y por las cuales definíamos nuestra identidad o sistema de creencias. Irónicamente parece que entre más trabajo interno y elevación del nivel de conciencia se tenga, más desgarrador se vuelve todo. Esto no es para desanimarse, creo más bien que en realidad es una señal de que vamos avanzando con la energía y vibración del planeta, que llaman a una nueva dimensión de mayor unidad, congruencia y transparencia, dejando atrás todo lo que es burdo, pesado, violento e incongruente. Es difícil en el medio del huracán poder ver el contexto o magnitud de la tormenta (¡mucho menos la calma que viene después!), pero si podemos aquietarnos y ver las cosas desde afuera, podremos constatar que en medio de todos estos remolinos, las situaciones han estado en una gran parte bien contenidas, dándonos la oportunidad de lo que yo llamo, “aprender en bonito”.
Si las ramas de un árbol fueran completamente rígidas, cualquier ráfaga considerable de viento las rompería. De la misma forma, entre más rígidos seamos con nuestras ideas, formas de pensar y de juzgar a los demás, más vamos a sufrir cuando veamos y experimentamos situaciones que nos alejan de estos parámetros que vamos estableciendo en nuestro fuero interno. Aquí cabe hacer una aclaración pertinente: no se trata de ir por la vida flotando como amibas sin ningún rumbo y planeación. No está mal tener planes, proyectos y deseos, el problema es hacerlos inamovibles y no poder contemplar un grado de libertad o de soltura. Si algo nos ha enseñado este año es que asentir a nuestra realidad (aceptar tal cual es sin juicios ni culpas), nos hace relajarnos para poder volcar el amor que tanto buscamos en el exterior y concentrarlo primero en nosotros mismos, pues ahí empieza todo.
En esta dimensión en la que estamos, los karmas irresueltos debemos de resolverlos en conciencia, y con esa misma conciencia sentir todas aquellas emociones que por un intenso dolor y deseo de control de la mente racional, fuimos reprimiendo. Agradezcamos todas estas situaciones que han tocado nuestra puerta para poder tocar toda esa gama de sentimientos que nunca nos habíamos permitido sentir, cuidando siempre de que la mente racional y la imaginación no vuelvan de estas situaciones una telenovela dramática de la cual no podemos salir.
Si algo es constante en nuestra realidad, es el cambio. En el gran clásico de la India, la Bhagavad Gita, Krishna aconseja a Arjuna a que “renuncie al fruto de sus acciones”. Muchas personas interpretan esto como perder la planeación o las expectativas en la vida. Como ya lo dije en un párrafo anterior, es todo lo contrario. Es soltar cualquier motivación egocéntrica y deseo que las cosas salgan cómo, cuándo y dónde nosotros queremos, pues eso escapa a nuestro control. Enfoquémonos en actuar con la mayor conciencia posible, y con una motivación enfocada en el bienestar de todos los que nos rodean, incluyéndonos claro está a nosotros mismos. Y de ahí dejar que las circunstancias digan cómo vendrán esos frutos de esas acciones conscientes.
Aprovechemos estas enseñanzas para que a medida que este nuevo año vuelva a presentarnos una y otra vez más colapsos y desestructuraciones, podamos afrontarlas en alto y seguir apreciando el flujo y orden divino que todos los acontecimientos en nuestra vida tienen.
¡Feliz 2018, que esté lleno de aprendizaje, bendiciones y prosperidad!
Rafael Cervantes, diciembre 2017
0 Comments