TEMA DEL MES MAYO 2020: 4-0
- Posted by yoga_admin
- On mayo 17, 2020
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4-0
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.”
Evangelio de Mateo 1.12-1.13
La palabra cuarentena proviene del latín, tiene origen religioso y se empezó a usar con el sentido médico con el aislamiento de 40 días que se le hacía a las personas y bienes sospechosos de portar la peste bubónica durante la peste negra en Venecia, en el siglo XIV.
Independientemente de las interpretaciones y el origen de la palabra, sin duda alguna la más conocida espiritualmente es el periodo que el Maestro Jesús pasó en el desierto, donde pasó cuarenta y dias y cuarenta noches. El concepto de aislamiento y reflexión es común para muchas tradiciones. El mismo príncipe Siddhartha, después de convertirse en renunciante y forzado ante las circunstancias para encontrar la verdad ante el origen del sufrimiento, también se sentó bajo un árbol donde el demonio vino a tentarlo, y emergió como el Buddha (el despierto).
Ambos maestros tuvieron transformaciones y realizaciones importantes en estos periodos profundos de introspección. En el estado “normal” de nuestras actividades es muy difícil poder sentarse a observar nuestras tendencias profundas -estamos completamente enfrascados en nuestras actividades diarias; relaciones, pasatiempos, medios, redes sociales y demás distractores. Podríamos decir que navegamos en la parte “superficial” de nuestra mente y que nuestra energía está enfocada en operar primordialmente en esa realidad.
Es cuando podemos parar toda esa inercia que podemos darnos un respiro, y podemos empezar a profundizar en las capas más profundas de la mente, sobre todo cuando damos oportunidad al inconsciente –acompañado de la observación más detallada- de poder revelar sentimientos, patrones y hábitos que hemos dejado enterrados en la parte “oscura” de nuestro ser. Evidentemente cualquier práctica de anclaje espiritual que se pueda realizar con frecuencia (ásanas, meditación, oración, mantras, etc.) nos permite vivir un poquito más cuerdos, pero no es hasta que uno tiene la oportunidad de poder hacer algún estilo de retiro espiritual, que se puede enfrentar todo ese material con el menor número de distractores y excusas, poder afrontar los miedos y obstáculos, y procesarlos para crecer.
Me llamó la atención que precisamente este periodo de aislamiento involucre al número 40 (en la Biblia es recurrente ese número), compuesto evidentemente por el 4 y el 0. Me gustaría hacer la asociación con la numerología, donde los números poseen ciertas cualidades y que así como los planetas en astrología pueden estar bien o mal aspectados, influirán en la persona de forma positiva o negativa en la persona.
Así pues, los números tienen esas dos facetas. En breve, las cualidades positivas o armónicas de un número 4 son: trabajador responsable, organizado, estable, cuidadoso con el dinero o la economía, meticuloso, devoto, disciplinado, limpio, estable, entre otras. Y en desequilibrio o inarmónicas: comodino, flojo, rígido, mojigato, chantajista, extorsionador, cruel, vulgar, violento , inconstante, entre otras.
El número cero, puede oscilar facilmente entre estas dos polaridades (positiva y negativa), digamos que es una especie de comodín que está asociado con hacer lo que uno decida, salirse con la suya, o despreocuparse.
El cero lo podemos asociar al libre albedrío que todos tenemos ante cualquier situación. ¿Cuál ha sido el balance de tu cuarentena hasta ahora? Si hemos tenido el privilegio de parar el ritmo habitual, fuimos aventados sin aviso a enfrentar muchas de las realidades que estaban enmascaradas: el estado real de nuestras relaciones con las personas cercanas (ya con fecha de expiración o todavía válida); los miedos ante la incertidumbre de perder la fuente actual de ingresos, de cerrar un negocio, de enfermarse con este nuevo virus, de no saber qué y cómo viene… de vivir la incertidumbre y la ilusión del control cara a cara.
¿Qué tipo de “4” ha influenciado este periodo en tu vida? ¿Has podido aprovechar este tiempo para trabajar en tu persona, para ordenar y limpiar tu casa, tus emociones, tus relaciones y tus proyectos? El diablo no es una persona con cuernos, y mucho menos vive en un sauna enorme en las profundidades. La verdadera tentación del diablo (nuestro ego e ignorancia), es quedarnos atrapados en nuestra zona de confort, evadir ver la realidad que hemos querido ocultar, dejarnos atrapar por el miedo, las conspiraciones, la crítica, la violencia, la intolerancia… de quedarnos influenciados por el 4 desequilibrado.
Esta experiencia que estamos viviendo todos, llama a gritos a que todos nos REINVENTEMOS. Por un lado, a evitar quedarnos estancados en visiones rígidas, arcaicas y a veces hasta infantiles que ya no tienen lugar en este nuevo orden. Y por el otro, a no perder la fe para poder trabajar en esa estabilidad, en simplificar las cosas para que podamos constatar las dos verdades más poderosas y esenciales: Somos nosotros los responsables de nuestra realidad, y el amor es la fuerza más poderosa que existe. Cortemos la cabeza al diablo para poder emerger ligeros, triunfantes y con una fe renovada, confiando en que todo nos aporta una oportunidad para poder crecer y alimentarnos. Esa decisión, toca a cada uno de nosotros.
-Rafael Cervantes, mayo 2020
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